Las Lecciones que los Niños en Detención Nos Pueden Ensenar sobre Resiliencia durante la Pandemia de COVID-19

Cada jueves por la mañana, me siento frente a mi computadora y conecto a llamadas de Zoom con niños menores en el centro de detención ORR en Maryland. Normalmente empiezo las conversaciones con una pregunta simple. “Cómo les van en este momento?”

En poco más de dos meses, la pandemia de COVID-19 ha alterado y subvertido nuestra realidad. Mientras personas pierden sus empleos o sus vidas, puede ser difícil mantener una perspectiva positiva sobre nuestra nueva normalidad ya que la mayoría de nosotros estamos siempre en cuarentena y cada día es una repetición del día anterior. Por la monotonía y la incertidumbre de todo, puede ser difícil ver nuestra situación por un lente diferente y empezar sentir que vamos a sobrevivir. Los niños con quien trabajo me han enseñado lecciones inapreciables sobre el optimismo y la resiliencia, pero nunca más que durante esta pandemia.

En una reciente llamada de zoom, hablé con un niño quien ha sido en detención desde enero. Llevaba una mascarilla medical y no podía salir de su cuarto. Le traían todos sus comidas y tareas y el pasó la gran parte del día sólo, tratando de hacer su tarea y mirando por la ventana. Cuando empecé la llamada y le pregunté como le iba, esperaba escuchar sentimientos de tristeza y soledad, tal vez un sentido de frustración que no podía salir de su cuarto y moverse libremente. Se enderezó y dijo en español, “A veces es difícil pero estoy agradecido de estar aquí. Estoy muy agradecido que Usted me llama cada pocas semanas.” Continúo explicando que después de caminar incontables horas sin comer durante los tres meses que viajó sólo desde su país natal Guatemala a los EEUU., estaba agradecido de estar aquí y tener asistencia con su caso de inmigración. Estaba agradecido de nuestro equipo hablaba con él y quería saber su historia. Cuando terminamos nuestra llamada, dijo “Le agradezco por lo que está haciendo. Sé que Dios le está cuidando.”

Los niños en detención de inmigrantes le pueden ensenar un montón. Muchos de ellos viajan durante meses para llegar a los EEUU y después pasan meses en centros de detención esperando reunificación o liberación. Muchos de ellos huyen violencia o persecución en sus países de origen, y dejan atrás sus familias y amigos. Atraviesan tanto, y estoy constantemente asombrado por su bondad, paciencia, y agradecimiento. Al momento cuando ninguno de nosotros estamos en cuarentena, con miedo del camino por delante, estos niños se quedan valientes, amables, y resiliente como siempre. Después de colgar el teléfono, me quedé en mi silla un momento más y dejé que lo que dijo este niño resonara conmigo. Este es algo can podemos hacer durante la pandemia: imaginase como nuestra perspectiva puede cambiar cuando cultivamos la gratitud y la resilliencia.

bW

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